Más de 2 mil migrantes centroamericanos salieron del estado de Oaxaca ayer por la madrugada, luego de permanecer cuatro días en la entidad, y por la tarde comenzaron a llegar a Sayula de Alemán, Veracruz. Aseguraron que no obstante hallarse indocumentados en México, nada les impedirá llegar a Estados Unidos. La mayoría de los migrantes recibió “aventones” en camionetas que los llevaron de Matías Romero a Palomares, en Oaxaca. Otros, custodiados por elementos de protección civil, de la Policía Federal, del Grupo Beta y de la Cruz Roja, fueron directamente a Sayula, donde pernoctaron. La caravana migrante llegó a Oaxaca el domingo pasado y permaneció dos días en el municipio de Tapanatepec. Posteriormente se dirigió a Santo Domingo Ingenio y después a Matías Romero. De acuerdo con Martín Rojas, delegado del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) en la región del Istmo de Tehuantepec, 18 migrantes solicitaron en Oaxaca regularizar su estadía en México y 35 pidieron ser repatriados. En Sayula los migrantes recibieron atención médica, incluidas vacunas contra la influenza, por instrucciones del gobernador, Cuitláhuac García Jiménez. En la caravana participan personas procedentes de El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Honduras. Nueve mujeres embarazadas van en el contingente. Una de ellas, Karina Chávez, de 27 años de edad, hondureña que tiene siete meses de gestante, dijo que abandonó su país por falta de empleo. Karina, quien viaja con sus tres hermanas, pretende llegar a Tijuana, Baja California, y obtener trabajo. “Salimos de Honduras por que allá no hay empleo, queremos una mejor vida. Yo para mi hijo y ellas para su vida, es algo muy duro porque hemos caminado muchos kilómetros, no queremos volver ni mirar atrás, queremos avanzar”, dijo, quien hace 15 días salió de Honduras, en donde dejó a su hijo de siete años de edad, a quien espera darle un mejor futuro con años de trabajo en EU.
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